Mi diario del intercambio
El fin de semana
A las 4.50 llegué al aeropuerto de Copenhague con Sofie y Marie. Aquí Birgitte estaba aterrorizado y los otros muy cansados pero el viaje de más de 10 horas era bueno de todo modos. En Tarragona llegamos un poco tarde a las familias. Mi amiga Roser y su madre (yo no recordaba su nombre) me buscaron al autobús y fuimos a su piso. La mama era tan pequeño como mi/mí mochila grande. ¡Era muy divertido!
Los días después hablábamos mucho castellano en la familia. Querían hablar mucho castellano con yo porque cada día fui mejor. También fuimos a la playa y salimos a un bar entre otras cosas.
El Martes
Después el fin de semana era el día de mi cumpleaños. Cumplí los 18 años. Era un buen día: A las 7.30 estábamos en la escuela de los españoles y en las clases mi familia de Dinamarca me llamó para decir felicidades. Era un poco embarazoso, especialmente porque los alumnos y los profesores me miraban.
Luego fuimos al barrio romano. Estaba muy bonito pero una gira larga también. Después mis pies olían mal y me dolían.
Desafortunadamente no habíamos visto mucho del ciudad pero espero que un día venir, con zapateros mejor y por un período más largo.
El Jueves
El 30 de marzo llegamos a Barcelona. Hacía sol y veinte grados, como el verano de Dinamarca. Extrañé a Roser y su familia pero le prometí mandar una carta cuando llegué a casa. En los calles de Barcelona vimos muchas personas diferentes más altos de la gente de Tarragona (¡finalmente!, yo no era la más alta).
Al tarde vimos La Catedral del Mar y mi grupo y yo contamos de las historias de los Baixtos, el interior y el exterior del catedral.
A la noche todos los daneses salieron a bares para bailar y beber copitas de color. Era muy divertido y bueno para nuestra solidaridad.
La Casa Batllo del Antón Gaudí era la cosa que me sorprendió más. Las formas suaves y los colores, y también las materiales naturales, creaban una casa fantástica. Me gusta a Gaudí y sus obras espectaculares.
Finalmente a viernes fuimos a Dinamarca, pero Barcelona, ¡hasta próximo!
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